El ataque ofendió a todos los comunicadores, hombres libres y a toda la sociedad.
Esa tentativa homicida pretendió callar no solo un pensamiento crítico, libre y valiente, sino el de todas las voces que resuenan clamando paz, respeto, libertad y democracia.
Quizo asesinar nuestras libertades y modo de ser.
Pretendió inocular miedo en todos los pensadores difusores de voces críticas.
Mi rebeldía por el atentado cobarde y mi solidaridad con las mujeres y hombres que usan la pluma y micrófono como armas.
Mi solidaridad por la parte que incumbe a cada comunicador y difusor de pensamiento e ideas como maestros en aulas, periodistas, columnistas, articulistas.
Entendemos claramente el mensaje, pero lejos de amedrentarnos, nos obliga a entender, ¡Hasta donde ha llegado quién se ve anenazado por las voces libres!.
Nos obliga también a repudiar la violencia y el asesinato como método para dirimir conflictos.
Las dudas, enardecen,....¿Quién fué?,.....¿Porqué?.....¿Quién sigue?........¿Hasta cuándo parará esta pesadilla?, .....las balas ¿Alcanzarán al perpetrador que contrató sicarios?........
Podrán matar periodistas, pero el pensamiento libre jamás.
Carlos González Blanco.
16 de diciembre de 2022.
carblanc@yahoo.com