El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó una ley antiterrorista, pero para muchas iglesias del país, la firma provocó una demanda de oración y ayuno.
El proyecto de ley endurece el castigo por actos considerados como terrorismo y por la organización de "disturbios masivos", según The Los Angeles Times . También introduciría penas de prisión de hasta un año para quienes no denuncien tales delitos.
Además, el presidente de Great Commission Ministries, Hanny Haukka, le dice a Charisma News que la ley implica:
Los invitados extranjeros no pueden hablar en las iglesias a menos que tengan un "permiso de trabajo" de las autoridades rusas.
Si un amigo o pariente de fuera de Rusia desea compartir su fe en su hogar, el invitado será multado y expulsado de Rusia.
Cualquier discusión de Dios con los no creyentes se considera actividad misionera y será punible.
La actividad misionera será permitida por un permiso especial del gobierno. Ejemplo: Si alguien que viaja en un tren comparte su fe sin un permiso por escrito, el infractor será detenido por la policía durante el viaje y será multado con 50.000 rublos (1.000 dólares).
Los infractores a partir de los 14 años estarán sujetos a enjuiciamiento.
La actividad religiosa ya no está permitida en casas particulares. La mayoría de las iglesias en Rusia se reúnen en los hogares.
Todo ciudadano está obligado a denunciar la actividad religiosa de los vecinos a las autoridades. La falta de ser informante está penada por la ley.
Uno puede orar y leer la Biblia en casa pero no en presencia de una persona no creyente. Infringirás la ley y serás castigado.
Si la iglesia ha comprado una propiedad, no puede convertirse en un lugar de culto.
En los edificios de las iglesias, no está permitido invitar a las personas a volverse a Dios. Los servicios de adoración están permitidos, pero convertir a un no creyente en un seguidor de Cristo es ilegal.
En respuesta, miles de iglesias en todo el país se han unido para clamar a Dios.
"La iglesia está consternada por la noticia de la nueva ley. Alrededor de 7.000 iglesias evangélicas/protestantes están en ayuno y oración en este momento por la noticia", dice Haukka a Charisma News por correo electrónico.
Las iglesias no son los únicos residentes enfurecidos por la ley.
El refugiado estadounidense Edward Snowden tuiteó: "#Putin ha firmado una nueva ley represiva que viola no solo los derechos humanos, sino también el sentido común. Día oscuro para #Rusia".
Además, los críticos ahora declaran las leyes de Yarovaya, también conocidas como las leyes del "Gran Hermano", como una señal del fin de los tiempos :
Si estas enmiendas entran en vigor, las sentencias de prisión por ciertos delitos "extremistas" no violentos serán potencialmente el doble que, por ejemplo, el asesinato cometido en el calor de la pasión, que conlleva una sentencia máxima de tres años.
A pesar de recibir un apoyo casi unánime en el parlamento, las leyes de Yarovaya han provocado una avalancha de comentarios apocalípticos. Muchos se preguntan por qué las ya excesivamente duras leyes penales de Rusia se están volviendo más duras.
Sin embargo, la única crítica oficial a la legislación proviene del Consejo Presidencial de Derechos Humanos, que ha destacado las formas en que las enmiendas propuestas contradicen directamente la Constitución y las leyes existentes. Esta crítica ha sido ignorada casi por completo.
La Duma ya ha aprobado una serie de leyes que han endurecido la legislación rusa en nombre de la lucha contra el terrorismo y el extremismo. Criminalizó los "llamados públicos a la violación de la integridad territorial" y la "rehabilitación del nazismo", una afrenta directa a la libertad de expresión.
En 2013, aprobó una ley que permitía al Estado confiscar bienes de personas afiliadas a terroristas, incluidos sus familiares.
El gobierno ha utilizado durante mucho tiempo la "lucha contra el terrorismo y el extremismo" para justificar leyes represivas, sin importar cuán obviamente sin sentido puedan ser. Como resultado, el marco legal de Rusia ahora se puede usar de manera efectiva para atacar no solo las amenazas extremistas creíbles, sino también los opositores políticos del estado.
Un gran grupo de destacados abogados rusos denunciaron este problema en una carta abierta en 2013, diciendo que "el trabajo legislativo del parlamento ha adquirido un carácter claramente prohibitivo y represivo".
En respuesta, Haukka ruega a los creyentes de todo el mundo que se unan a las iglesias rusas en oración y ayuno.
"Rusia se está cerrando de una manera terrible. La nueva ley está en conflicto total con el propósito y la tarea que el Señor le dio a la iglesia. La ley enviará a la iglesia de regreso a la persecución comunista de la era soviética", dice.
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